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Créditos: Agencia Uno (referencial)
El periodista indicó que recibió los audios en que Gilabert -referí del encuentro- acusa una presión externa para que cobrase la falta. A lo que los describe como «de un hombre confundido, aplastado por los hechos, sus conclusiones, en caliente, son escandalosas».
El informe de la ANFP sobre el partido por la liguilla de promoción entre Huachipato y Copiapó fue en claro en señalar que no hubo presiones externas para que el arbitro, Francisco Gilabert, cobrase penal para los de la usina. El encuentro fue el 26 de enero de 2022 en el Estadio Cap de Talcahuano y permitió que los acereros se queden en primera división.
El documento emanado durante esta jornada por ente rector del fútbol chileno desmiente los reportajes emanados que acusaban la existencia de presiones en el cobro de la falta señalada. Tribuna Andes y Radio ADN fueron los medios que difundieron e investigaron el caso, fue precisamente el periodista, Juan Cristóbal Guarello, quién en una columna de opinión en La Tercera asume su error por la forma en que dio a conocer la noticia.
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El periodista indicó que recibió los audios en que Gilabert -referí del encuentro- acusa una presión externa para que cobrase la falta. A lo que los describe como «de un hombre confundido, aplastado por los hechos, sus conclusiones, en caliente, son escandalosas».
«Los audios me parecieron gravísimos y los guardé más de un mes. El único que tuvo acceso a ellos fue mi colega Danilo Díaz quien hizo un reportaje para la página web Tribuna Andes donde concluyó, hablando con todas las partes, incluido Mario Vargas y Patricio Talamilla de la comisión de árbitros, que sí había existido tal llamada y la intervención del VAR», precisó el periodista.
Cabe señalar que dichos audios terminaron con la salida de Javier Castrilli de la testera de la Comisión de Árbitros de la ANFP.
Ante esto y el resultado del informe, es que el periodista asume su culpa. «Ahora lo que me corresponde como mi responsabilidad periodística, pues fui quien entregó los audios a ADN y recibí la autorización de emitirlos. Eso sería anecdótico, pero lo grave es que esto era parte de una maniobra para sacar a Castrilli de la comisión de árbitros», aseguró.
«Había una noticia para contar, pero también, se exige una distancia crítica sobre esa misma noticia. De mi parte, no existió esa distancia, esa prudencia. Esta profesión no admite giles ni ingenuos. Y esta vez lo fui», cerró Guarello.
