“Discriminar por sexo es propio de una sociedad del siglo XIX, no de una del XXI, donde hay más diversidad y se busca la integración e igualdad. El Estado no puede ser cómplice de que los colegios decidan rechazar a un postulante sólo porque sea hombre o mujer. Eso es una discriminación arbitraria”, señaló el senador Jaime Quintana.
Luego del debate que generó la petición de la niña de 11 años para ser admitida en el Instituto Nacional, y que puso en jaque la promesa de igualdad de género de Michelle Bachelet. La idea de transformar colegios que imparten educación exclusiva para hombres o para mujeres en establecimientos de carácter mixto se instaló en el parlamento.
Los senadores Jaime Quintana (PPD) y Fulvio Rossi (PS) anunciaron que presentarán una indicación al proyecto que crea el Sistema Nacional de Educación Pública para que los establecimientos que reciben fondos del Estado no puedan seleccionar a sus estudiantes según su sexo, según consigna La Tercera.
Según Quintana, esperan contar con el apoyo de la Nueva Mayoría para que esta indicación sea aprobada, además manifestó que “discriminar por sexo es propio de una sociedad del siglo XIX, no de una del XXI, donde hay más diversidad y se busca la integración e igualdad. El Estado no puede ser cómplice de que los colegios decidan rechazar a un postulante sólo porque sea hombre o mujer. Eso es una discriminación arbitraria».
Asimismo Fulvio Rossí señaló que “el contexto ha cambiado. No estamos hablando de que se afecte con esto la libertad de enseñanza, sino la libertad de las personas de elegir el establecimiento donde estudiar”.
Por otra parte expertos y directores concuerdan que el cambio debe ser de manera paulatina. «Tenemos muy claro que ese desafío no puede decretarse por un reglamento que lo obligue de un día para otro. Tiene que ser una discusión y un proceso de cambio que incorpore a las comunidades”, señaló Manuel Sepúlveda, encargado de Política Educativa de Educación 2020.
El director del Liceo Tajamar, Pedro Herrera, agregó que “la transformación no sería compleja si empezáramos desde los cursos más pequeños. El obstáculo es la infraestructura. Nuestro liceo es pequeño. Hay ciertas características y formas de relacionarse entre los varones para lo que necesitan espacios más amplios. Cosas tan simples como dónde jugar a la pelota”.
