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“No dejaré pasar esta imputación gratuita, que viene impregnada de afanes personales con la finalidad de tomar venganza”, dijo el fiscal Sergio Moya, luego de las declaraciones del capitán (r) Osses, quien lo acusa de avisar a Carabineros que serían allanados por la Operación Huracán. Moya desacreditó la versión, recordando que Osses es defendido por Marisa Navarrete, cónyuge del fiscal Arias. “Uno se cuestiona hasta qué punto puede llegar una persona empleando a su representado y al sistema procesal, para lavarle la imagen a miembros de su familia”, acusó.
La disputa al interior de la Fiscalía entre el ahora suspendido Emiliano Arias y su subalterno, el fiscal de alta complejidad Sergio Moya, tiene una nueva protagonista: la abogada Marisa Navarrete, pareja del fiscal jefe de la región de O’Higgins de Arias.
El nombre de Navarrete fue sacado a colación por Moya luego de ser acusado por el capitán de Carabineros Leonardo Osses de filtrar y advertir a Carabineros sobre un allanamiento de la PDI en la extinta unidad de Inteligencia Operativa Especializada de La Araucanía en el marco de la Operación Huracán. El aviso habría permitido a la policía uniformada borrar evidencia del caso donde se buscó inculpar a comuneros mapuches de atentados en La Araucanía.
Junto con asegurar ayer que la denuncia es “absolutamente falsa”, Moya dio una extensa entrevista en La Tercera publicada hoy donde señaló que “no dejaré pasar esta imputación gratuita, que viene impregnada de afanes personales con la finalidad de tomar venganza», luego de haber denunciado al fiscal Arias por conductas ilegales tanto en materia administrativa como penales que están siendo investigados por el Ministerio Público.
“Lo que plantea el capitán Osses, a quien yo vi solo una vez en Rancagua cuando le pedí una prueba empírica del funcionamiento de Antorcha, es absolutamente falso”, señaló Moya, quien desacreditó además la versión apuntando a que el denunciante es “defendido por la abogada Marisa Navarrete, pareja o cónyuge del fiscal Arias, quien hace unas semanas me denunció administrativamente también por cuestiones vinculadas a Operación Huracán”.
“Si ustedes revisan las circunstancias e incidentes que se han generado, en un 80 % han sido generados por Emiliano Arias orientado por su defensa, el señor Juan Andrés, y su abogada Marisa Navarrete”, insistió.
De acuerdo a la denuncia de Arias, en un correo electrónico que Moya envió en 2017 al entonces jefe de la UOIE, Patricio Marín, daba instrucciones sobre cómo realizar un informe de Inteligencia. La acusación motivó una orden de allanamiento de la casa de Moya.
La explicación de Moya es que el correo «se dio en el marco de una orden de investigar la ubicación de dos chilenos que dieron muerte a un policía argentino que Carabineros denominó como operación Andes y, en ese marco, yo tuve diversas comunicaciones por WhatsApp y correo electrónico con el mayor Patricio Marín, que están allegadas a la investigación».
Según el fiscal, “yo a estas alturas, cuando veo que sea hace una utilización del proceso, incluso de la situación de imputado por parte de la abogada Navarrete, para favorecer a su cónyuge Arias, incluso aportando antecedentes que son bastante cuestionables y que motivaron el allanamiento de mi domicilio, ciertamente uno se cuestiona hasta qué punto puede llegar una persona empleando a su representado y al sistema procesal, para lavarle la imagen a miembros de su familia”.
En la entrevista, Moya también entregó su versión sobre el allanamiento a su domicilio, donde se encontraron materiales del caso de los suspendidos ministros de la Corte de Apelaciones de Rancagua.
A su juicio, no hay nada irregular y todo fue una “exageración del abogado de Emiliano Arias”. “En ningún caso se alteró la cadena de custodia y por lo demás no tiene nada excepcional que un fiscal traslade evidencia, el traslado de evidencia no se puede hacer ni enviarla por bus o por Chilexpress o por un algún otro tipo de encomienda, y si usted consulta muchos fiscales de regiones viajan con evidencia a la Región Metropolitana, la transportan por mano porque es la forma más eficiente, más rápida y más segura de evitar que se rompa la cadena de custodia”, indicó.
En otra arista, como la supuesta manipulación a la declaración a la expresidenta Michelle Bachelet en el caso Caval, Moya también insistió en que “no hay nada irregular” y atribuyó los cuestionamientos a que “lo único que le molestó al fiscal Arias es que no fuera él quien tomara la declaración y fuera un fiscal adjunto como lo fui yo”.
Para finalizar, insistió en que “que yo hice fue denunciar conductas irregulares de un superior jerárquico, eso no es fácil pero el estilo del fiscal Arias en este sentido ya es reconocido de manera pública y en cierta medida tampoco me sorprende” y desdramatizó que las causas emblemáticas que estaban en manos de la Fiscalía de O’Higgins sean traspasadas a otras fiscalías.
“Tanto el caso Iglesias como el caso Teatro de Rancagua, como el caso ministro de corte, sufrieron acá diversas circunstancias anómalas producto precisamente del afán de protagonismo del fiscal Arias y es bueno que estén en otras manos (…) las causas son de la fiscalía no de los fiscales, y no pueden ser empleadas para el provecho personal de la imagen de un fiscal en particular, como es lo que ha pretendido el fiscal Arias”, concluyó.
