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El general director de Carabineros se ha transformado en todo un dolor de cabeza para el Gobierno. Pese a que el Ejecutivo ha evitado darle explícitas muestras de apoyo, Rozas señaló ayer ante la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara que «constantemente se ha pedido mi renuncia, pero tengo un mandato presidencial que cumplir”. A juicio del senador PPD, con esta actitud, lo que busca Rozas es “endosar la responsabilidad (de su salida) en el Presidente de la República». Para Harboe, lo sucedido el viernes en el Puente Pío Nono es solo una muestra más de la necesidad de comenzar a la brevedad con una reforma a Carabineros o, de lo contrario, «vamos a tener en un tiempo más otro incidente». El mismo Harboe presentó en enero pasado, junto a un equipo de expertos, una propuesta de “reforma estructural y de largo aliento”, con 23 medidas concretas, sin embargo, no ha habido avances.
“Si el general Rozas no presenta la renuncia, el Presidente de la República debiera pedirla”. Ese es el diagnóstico del senador Felipe Harboe (PPD), sobre la nueva crisis que atraviesa Carabineros, agravada por otro evento de abuso policial como el registrado el viernes pasado en el puente Pío Nono, cuando un efectivo lanzó a un manifestante menor de edad al lecho del Río Mapocho.
Rozas se ha transformado en todo un dolor de cabeza para el Gobierno y pese a que el Ejecutivo ha evitado darle explícitas muestras de apoyo, el jefe de Carabineros señaló ayer que «constantemente se ha pedido mi renuncia, pero tengo un mandato presidencial que cumplir”. «Yo me debo a mis carabineros, y mi deber es continuar hasta que el Presidente de la República lo estime conveniente», declaró ayer ante la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara de Diputados, donde coincidió con su jefe directo, el ministro del Interior, Víctor Pérez.
Esta situación, a juicio del senador PPD y exsubsecretario del Interior y de Carabineros, Felipe Harboe, implica que «lo que hace el general Rozas es endosar la responsabilidad (de su salida) en el Presidente de la República», según dijo, entrevistado esta mañana en Radio Concierto.
En la oposición ha aumentado la presión para que el jefe de la policía uniformada dé un paso al costado incluso condicionando la aprobación del Presupuesto 2021 para la institución. El panorama se ve agravado porque a esto se suma la acusación constitucional que desde la Cámara se está articulando contra el ministro del Interior, Víctor Pérez.
Otro tema en la palestra es el de la postergada reforma a la policía uniformada. Para Harboe, este tema es urgente, puntualizando que si no comienza lo antes posible una reforma a Carabineros, «vamos a tener en un tiempo más otro incidente».
Cabe recordar que Harboe presentó en enero pasado, junto a un equipo de expertos, una propuesta de “reforma estructural y de largo aliento” a Carabineros, con 23 medidas concretas, que se suma a otra elaborada por una comisión a cargo del entonces ministro del Interior Gonzalo Blumel.
Sin embargo, no ha habido avances. «Creo que el Gobierno no quiere armarse un lío con Carabineros, porque evidentemente, al interior de la institución no ven con buenos ojos una reforma estructural”, sostuvo el senador.
Harboe añadió que en los gobiernos previos a los de Piñera “se intentaron algunas reformas», pero faltó voluntad política para avanzar. «Tuvimos una oposición permanente, sistemática en el Parlamento. La autonomía de las Fuerzas Armadas fue parte de los acuerdos tácitos» durante los gobiernos de la transición, añadió.
