En concreto, se tratan de los sectores Petrohue River Side, Indanmapu, Parque Huillín y Parque Bosques en donde estaban las obras inmobiliarias. Desde el Municipio argumentan que esta medida va en respuesta al aumento descontrolado de urbanizaciones en zonas agrícolas de la comuna lacustre.
Este lunes la municipalidad de Puerto Varas envió un decreto que indica la paralización de cuatro proyectos inmobiliario que estaban emplazados en distintas zonas rurales de la comuna.
En concreto, se tratan de los sectores Petrohue River Side, Indanmapu, Parque Huillín y Parque Bosques en donde estaban las obras inmobiliarias. Desde el Municipio argumentan que esta medida va en respuesta al aumento descontrolado de urbanizaciones en zonas agrícolas de la comuna lacustre.
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«No permitiremos que se sigan desarrollando proyectos inmobiliarios rurales con fines habitacionales al margen de la planificación urbana. Solo durante el año 2021 se registraron cerca de 6 mil nuevas parcelaciones en nuestra comuna, completamente al margen de toda planificación. Esto es gravísimo, ya que la mayoría no cuenta con acceso a agua potable, tratamiento de aguas servidas, conexión a alumbrado, gestión de residuos, mantención de caminos, conectividad o transporte», indicó el alcalde de Puerto Varas a través de un comunicado, Tomás Gárate.
Las inmobiliarias en cuestión incumplían el Decreto Ley 3.516, que regula la división predial en zonas rurales, y la del artículo 55 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, que establece una prohibición general para el desarrollo de obras al margen de la planificación, sino que además estamos frente a proyectos que ponen en serio riesgo la vida de las personas.
Frente a esto, el edil agregó que «en el 2017, nuestra comuna ya registraba 44 mil habitantes, con un crecimiento demográfico del 204% en los últimos 15 años. Pero después del estallido social y durante la pandemia, la situación se descontroló. En los últimos años hemos visto una proliferación exponencial de urbanizaciones en las zonas rurales, sin planificación alguna y sin los servicios necesarios para abordar esta llegada masiva de nuevas familias. El impacto ambiental, social y urbanístico que esto provoca en nuestro territorio es incalculable».
«Tampoco considera variables ambientales, instalándose en zonas de riesgo volcánico o en áreas de alto valor ecológico. Esto también da pie a loteos brujos, predios que no pagan contribuciones o derechos de aseo, que contaminan las aguas subterráneas con soluciones particulares de aguas servidas y disponen de recursos hídricos que hoy son escasos. El mercado inmobiliario rural está descontrolado y no está asumiendo las externalidades negativas que provoca», agregó.
Al referirse a la paralización de los proyectos Gárate precisó que «nuestra intención no es prohibir que lleguen nuevas familias, pero debe hacerse de manera responsable y regulada. Comunas lacustres como Puerto Varas destacan por tener una escala humana en su ciudad y sus localidades, pero fenómenos como este ponen en riesgo la calidad de vida de nuestros habitantes. Debemos poner atajo a la especulación inmobiliaria, coordinar a los servicios públicos e impulsar las modificaciones legales que sean necesarias para regular el crecimiento que está recibiendo el sur del país».