El remate de dos propiedades en Reñaca de Carlos Urenda Panadero, tras un juicio con su cónyuge, suma un nuevo golpe al emblemático clan de Valparaíso.
Definitivamente 2018 no fue el año de la familia Urenda. Y es que un nuevo golpe recibió el apellido a fines de diciembre con el remate de dos propiedades en Reñaca de Carlos Urenda Panadero, hijo del reconocido abogado Carlos Urenda Zegers, dictado por el Tercer Juzgado de Familia de Santiago, tras un juicio con la cónyuge del afectado: Carmen Aldunate.
Según consigna El Mercurio de Valparaíso, Diego Messen –abogado y socio de Moraga & Cía., bufete que representó a Aldunate– explicó que la acción judicial partió «por una serie de incumplimientos de pago en su calidad de accionista en varias sociedades de inversiones de la familia Urenda, también de deberes patrimoniales como cónyuge que no ha cumplido».
Además, «existen varias aristas abiertas, desde juicios contra las sociedades por ocultamiento de bienes sociales, como acciones en tribunales de familia», agregó.
La emblemática familia de Valparaíso no lo ha pasado nada de bien. Cabe recordar que el menor del clan, Gabriel Urenda Salamanca, se encuentra en prisión preventiva, formalizado por estafa y apropiación indebida, en el marco del caso Intervalores.
Según el abogado, en el remate realizado el pasado 7 de enero, se esperaba recaudar «al menos UF $ 2.000, que es la deuda con intereses y reajustes, sin perjuicio de las acciones subsistentes que quedan por el aspecto patrimonial societario».
Consultados por el medio antes consignado, tanto el abogado de Urenda como su cliente prefirieron no hacer comentarios.
Pero a pesar del complejo año que le ha tocado a los Urenda, la semana pasada el empresario José Manuel Urenda, presidente de Grupo Empresas Navieras y de Agencias Universales (Agunsa), logró una alta convocatoria a su «porotada» en el jardín de su casa en Lo Curro, actividad a la que asistieron invitados «estelares».
