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«Si nosotros bajamos nuestro consumo, reducimos el riesgo de racionamiento. Llevamos 13 años de sequía y esta situación llegó para quedarse. Vivimos un cambio climático y tenemos que adaptarnos y cambiar nuestros hábitos de manera urgente. Tal vez no vamos a tener racionamiento este año, pero sí esta situación se mantiene, y no nos adaptamos, vamos a sufrir las consecuencias», advierte la alcaldesa de Vitacura, Camila Merino. En lo que va del año ha llovido apenas 0,1 milímetros, cuando a la misma fecha de 2021 ya eran 40 milímetros. Eso hace que la nieve es un 10% de lo que debería haber y con las mayores temperaturas de los últimos 100 años, según datos que maneja el alcalde de Lo Barnechea, Cristóbal Lira. Los ediles advierten que los usuarios son responsables del consumo de más del 70% del agua en las comunas, por lo cual su papel es clave.
A un día de conmemorarse el Día Mundial del Agua, una situación crítica afecta a la zona oriente de Santiago. Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea están en la primera línea de las comunas de Santiago que podrían verse afectadas por un racionamiento de agua este año.
Esto debido a que, a diferencia del resto de la ciudad, dependen casi exclusivamente del cauce del río Mapocho, que se encuentra en mínimos históricos. El resto de la ciudad se abastece principal del río Maipo.
En lo que va del año ha llovido apenas 0,1 milímetros, cuando a la misma fecha de 2021 ya eran 40 milímetros. Eso hace que la nieve es un 10% de lo que debería haber y con las mayores temperaturas de los últimos 100 años, según datos que maneja el alcalde de Lo Barnechea, Cristóbal Lira.
«Se trata de un escenario sumamente complejo que requerirá de un trabajo conjunto entre distintos actores para responder a los requerimientos del recurso hídrico. Sin embargo, no podemos depender año a año del comportamiento climático o el caudal que produce la cuenca del Mapocho», reconoce.
«Las comunas del sector oriente se abastecen del Mapocho y también del Maipo y de pozos. El problema es que hoy el Mapocho está en sus niveles mínimos y es probable que ya no podamos sacar agua de ahí en el mediano plazo», complementa la alcaldesa de Vitacura, Camila Merino.
«Si nosotros bajamos nuestro consumo, reducimos el riesgo de racionamiento. Llevamos 13 años de sequía y esta situación llego para quedarse. Vivimos un cambio climático y tenemos que adaptarnos y cambiar nuestros hábitos de manera urgente. Tal vez no vamos a tener racionamiento este año, pero sí esta situación se mantiene, y no nos adaptamos, vamos a sufrir las consecuencias», advierte Merino.
Actualmente, el promedio de consumo en Santiago es 170 litros diarios por persona, muy superior al promedio de los países OCDE, de 100 litros diarios. Incluso, en las comunas con más áreas verdes, el consumo promedio llega a cifras de más de 350 litros diarios por persona.
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La zona central del país está afectada por una sequía que lleva más de una década. La situación fue alertada por el propio presidente Gabriel Boric a comienzos de la semana pasada.
La situación además podría extenderse al resto de la capital, según advirtió este viernes el superintendente de Servicio Sanitarios, Jorge Rivas. «No podemos descartar con 100% de seguridad que no vaya a haber una situación de racionamiento de aquí a fin de año», señaló en entrevista con El Mercurio.
El tono de la situación y el posible racionamiento cambió indefectiblemente tras el cambio de mando. Así lo señala el gobernador Claudio Orrego.
«Lo venimos diciendo desde diciembre del año pasado, al principio no hubo mucha respuesta del gobierno de aquel entonces, más bien paños fríos, pero ahora vemos consenso desde la concesionaria hasta el actual gobierno del presidente Gabriel Boric. La condición de escasez hídrica se debe al cambio climático, éste llegó para quedarse. Tenemos que tomar conciencia y adaptarnos a esta nueva situación», señala Orrego.
En febrero, los funcionarios del gobierno regional se reunieron con los servicios públicos y les llamó la atención que no había un protocolo de emergencia. Solicitaron los antecedentes de la situación y realizaron las coordinaciones para que durante este mes haya un protocolo para el racionamiento.
«Nos hemos reunido con los alcaldes, en especial con los del sector oriente, quienes serán los primeros afectados con el racionamiento, ya que su abastecimiento de agua depende del Río Mapocho, cuyos caudales han bajado abruptamente», comenta la autoridad.
Crédito: Municipalidad de Lo Barnechea
Para las y los alcaldes, uno de los problemas es que la mayor parte del consumo es responsabilidad de los usuarios.
«Es necesario educar y concientizar a la población sobre la crisis que estamos enfrentando y que los mayores consumidores de este recurso somos las personas, quienes necesariamente debemos cambiar una cultura de consumo para poder asegurar el abastecimiento para los próximos años», recalcó Lira.
Según los datos de su comuna, los usuarios son responsables del 81% del consumo.
En Vitacura manejan una cifra similar. Allí una ordenanza que prohíbe el riego durante el día, pero la alcaldesa recalca que «necesitamos que se comprometan mucho más, porque ellos representan el 72% del consumo».
«Que tomen conciencia de cuánto consumen y que cambien sus hábitos; que entiendan que el agua es un recurso valioso. Por eso es clave que se preocupen de las filtraciones, llaves abiertas y llegando a cambiar sus áreas verdes», agregó.
«Queremos que nuestros vecinos estén enterados sobre esta problemática y que entiendan que son parte importante de la solución. De hacerse efectivos los racionamientos, según la información que manejamos al día de hoy, estos serían programados. Por eso es clave adaptarnos, y bajar nuestro consumo. Si nos adaptamos el costo será más bajo cuando tengamos que hacer racionamientos, porque estos serán menores».
Sin embargo, no todos están de acuerdo con este diagnóstico. Uno de ellos es Carlos Gutiérrez, representante en Santiago del Movimiento de Defensa por el Acceso al Agua, la Tierra y la protección del Medioambiente (MODATIMA), que viene advirtiendo desde hace mucho tiempo sobre el escenario del racionamiento no sólo en la capital, sino en otras regiones del país.
«Es un escenario que han estado allanando las empresas sanitarias, obviando de forma deliberada que el consumo humano en la Región Metropolitana no superan el 25% de los derechos consuntivos, mientras que la industria y el riego forestal y de la agroexportación superan el 70% del agua utilizada», señala. En MODATIMA apuntan a que la agroindustria que utiliza entre 3 a 8 veces más agua que el consumo humano.
A pesar de que hay personas que apuntan al cambio climático como uno de los principales factores, en MODATIMA son tajantes en apuntar a la gestión hídrica nacional como la protagonista de estos problemas, donde los principales consumidores son la agricultura, silvicultura (forestales) y las mineras.
Al menos a nivel nacional, cifras del MOP del 2020 les dan la razón: el sector agrícola es el mayor usuario de agua consuntiva en Chile con un 72%, seguido por el agua potable, consumo industrial y uso minero, con el 12%, 7% y 4%, respectivamente (el 5% restante está asociado al sector pecuario y al uso consuntivo en generación eléctrica).
En el caso de la Región Metropolitana, desde el MODATIMA además apuntan a los glaciares.
«Uno de los principales factores corresponde a la afectación de los glaciares de nuestra región, como ‘La Paloma’, por parte de la minería, ya que llevan años trabajando a sus alrededores, lo que ha llevado a su drástica disminución en pocos años. De ello hay evidencia fotográfica por montones», señala Gutiérrez.
«El Río Maipo, por ejemplo, tiene un régimen nivopluvial, lo que implica que se alimenta de lluvias y de la nieve de las montañas. De esta manera la sequía de la que tanto se habla deja de tener un rol preponderante y podemos ver que la actividad extractivista se convierte en un factor antropogénico clave que debe enfrentarse lo antes posible», advierte.
Diversas son las medidas que han adoptado los municipios de la zona oriente para enfrentar la situación.
Por ejemplo, Las Condes emitió ordenanza que busca generar más conciencia respecto del uso del agua en los vecinos y el comercio. La comuna además está cambiando su paisajismo por uno sustentable que requiera menor agua para su mantención y cuidado.
En Vitacura, a nivel municipal, están reduciendo el consumo de agua, cambiando el pasto que no se utiliza por otras especies de bajo consumo.
Lo Barnechea, en tanto, desde hace tres años viene trabajando en una Estrategia Hídrica Comunal que permita contribuir al ahorro de agua, en el contexto del cambio climático y escasez hídrica que afecta a la Región Metropolitana, así como del aumento de la demanda de consumo de agua en la comuna, producto del importante crecimiento de la población y de la cantidad de m2 de pastos y áreas verdes (privadas y públicas).
Esto incluye conservar y proteger los ecosistemas relevantes para el ciclo hídrico. La comuna tiene más 700 humedales de acuerdo con el catastro del Ministerio de Medio Ambiente, de los cuales alrededor de 20 son urbanos, distribuyéndose aquí en el valle y el área urbana de cordillera.
También ha habido un cambio de paisajismo en el espacio público. Eliminarán los pastos en bandejones y rotondas, cambiándolos por paisajismo sustentable que consumirán un 80% menos de agua en relación con su situación actual.
Además de lo anterior, se ha trabajado en la incorporación de tecnologías y productos que hacen más eficiente el consumo y la creación de una Unidad de Gestión Hídrica, dedicada a monitorear el uso de este recurso en el espacio público, como la tecnificación del 98% del riego de áreas verdes, minimizando al máximo el riego con camión aljibe.
Asimismo, una nueva ordenanza municipal incentivará en todo el territorio medidas de infiltración natural, eficiencia y uso sustentable del agua en el sector residencial, comercial y público, ahorro en el uso doméstico y soluciones de conservación y restauración.
Finalmente, en las comunas son consciente de la gravedad de la situación, pero piden dejar el racionamiento como última opción.
“El racionamiento de agua debe ser la última medida que se tome y siempre en coordinación con los gobiernos locales», señaló la alcaldesa de Las Condes, Daniela Peñaloza.
«La crisis hídrica requiere cambios de hábitos y culturales que deben ser trabajados entre el gobierno, los municipios y la sociedad civil. Esperamos que pronto el gobierno nos cite a los alcaldes más afectados y que nos muestre cuáles son las medidas que van a impulsar para prevenir medidas tan críticas como las dichas por el presidente», concluyó.
