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A raíz de los acontecimientos en la comuna de San Ramón que tienen sacudido al Partido Socialista, el analista advirtió sobre los peligros del clientelismo como caldo de cultivo para la penetración del narcotráfico en la política. Callís es autor del estudio “Si San Ramón fuera Chile: un estudio electoral sobre militancia y representación local”, que deja en evidencia la distorsión del voto socialista en la comuna que encabeza Miguel Angel Aguilera. A su juicio, el refichaje ante el Servel generó aún más condiciones para el clientelismo, y el mundo político debe tomar medidas como poner fin a la reelección eterna en las municipalidades porque facilita la existencia de estas redes. Asimismo, el episodio pone en tela de juicio la conducción de Álvaro Elizalde, quien no dio declaraciones para el reportaje donde se reflotaron las irregularidades en los últimos comicios, y esta jornada no se ha pronunciado al respecto. “¿Dónde está Elizalde? Él y su gente aprovechó esos votos y está callado. Está escondido porque esto es una vergüenza muy grande”, aseguró el director de El Mostrador, Federico Joannon.
“En Chile están todas las condiciones para que el narcotráfico se meta hasta arriba” en la escala del poder. Este es el diagnóstico lapidario que dio en El Mostrador en La Clave el analista político Axel Callís, al comentar junto al director de El Mostrador Federico Joannon y el editor periodístico Héctor Cossio, los coletazos del caso San Ramón que dejó en evidencia las narco redes y el clientelismo en la interna del Partido Socialista.
Las acusaciones en la comuna de sector sur de la capital aparecieron nuevamente con todo en la interna socialista, luego de un reportaje televisivo de Canal 13 que reveló acarreo de votantes, personas inscritas en un inmueble allanado en dos ocasiones por narcotráfico, candidatos con infracciones a la Ley de Armas y drogas y la participación de militantes expulsados en los comicios partidistas.
El caso reflota una serie de irregularidades que se remontan al 2017, bajo la misma conducción partidaria de Álvaro Elizalde, y que apuntan nuevamente a las redes del alcalde Miguel Angel Aguilera. Si bien el edil se encuentra expulsado de las filas socialistas, toda la trama gira en torno a su figura y el poder que ha logrado construir en la comuna.
El episodio también pone en tela de juicio la conducción de Elizalde, quien no dio declaraciones para el reportaje (sí lo hizo el secretario general de la tienda, Andrés Santander) y esta jornada no se ha pronunciado al respecto. “¿Dónde está Elizalde? Ni habló ayer (en el reportaje). Él y su gente aprovechó esos votos y está callado. Está escondido porque esto es una vergüenza muy grande. Él es un personaje público, es senador de la República, le pagamos el sueldo todos los chilenos para que responda por estas cosas, como líder de un partido y parte de la oposición”, aseguró en el programa radial el director de El Mostrador, Federico Joannon.
Dicha distorsión del voto PS en San Ramón queda en evidencia en el estudio “Si San Ramón fuera Chile: un estudio electoral sobre militancia y representación local”, donde Callís revela que los indicadores de inscripción de militantes socialistas en los registros electorales de esa comuna están fuera de toda tendencia país, contando todos los partidos políticos y comunas de Chile, siendo un caso atípico a estudiar, dado que las cifras de esa comuna están por sobre el tamaño electoral de ella, su concentración urbana, emplazamiento territorial o cualquier otra variable electoral conocida.
“Si San Ramón fuera Chile, nuestro país tendría 1,1 millones de militantes de partidos políticos (actualmente son un poco menos de 550 mil), de los cuales el 62% serían socialistas, es decir, casi 700 mil almas estarían inscritas en ese partido (actualmente el padrón total de esa colectividad no supera los 49 mil”, dicen los números.
A partir del caso de San Ramón, Callís saca varias lecciones: una es el fracaso de la ley de refichaje, que finalmente terminó alejando a los militantes verdaderos de los partidos y los reemplazó por “fichas” de personas sin vida partidaria, lo cual además generó un caldo de cultivo para el clientelismo, según asegura.
“En, abril de 2017, los partidos corrieron para reinscribirse en el Servel y eso fue generar las condiciones para que el clientelismo se hiciera aún más presente que antes. Si antes existía clientelismo, ahora es mucho peor, los partidos se llenaron de fichas y se fueron los militantes, quedaron muy poquitos. Las nuevas elecciones de partidos, con el padrón depurado, han sido un fracaso en general: vota mucho menos gente y bastante de esas personas son acarreados. Es peor que lo que teníamos antes”, dijo.
Sumado a los anterior, el analista identifica como otro aliciente perjudicial el financiamiento público de los partidos, dado que al recibir dinero fiscal “los partidos se están transformando en pymes”. “Pocas personas controlan un bolsón grande de votos y con eso pueden vivir con un estándar de vida que no tendrían en el sector privado”, acusa.
Y en este plano clientelista aparece el narcotráfico. “El narco ya está instalado en varias partes de Chile, y hay que estar atentos porque la narco cultura tiene capacidad extraordinaria de detectar talentos políticos a temprana edad, como el fútbol. Cuando el mundo narco tiene dinero se pone creativo y le gusta influir, le gusta tener un partido cerca para llevar a cabo sus ideas, y protección”, advierte.
En este plano, dijo que el mundo político debe ponerse firme para erradicarlo, aunque es una tarea difícil porque “en Chile están todas las condiciones para que el narcotráfico se meta hasta arriba”.
Por eso es necesario, dice, impulsar medidas para generar más competencia en las comunas y poner fin a la reelección eterna, terminando así con la práctica de que los alcaldes se van extendiendo en su periodo o van dejando a los familiares en sus cargos.
