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Durante la inauguración del Espigón C del Aeropuerto Internacional de Santiago, el Presidente mostró su cara más conciliadora y pidió que “no caigamos en los cantos de sirena de la división, del conflicto, de la pelea permanente que no conduce a ninguna parte».
El miércoles pasado, el Presidente Sebastián Piñera participaba en la cena aniversario de Evópoli con una declaración que sacó chispas en la oposición.
En dicha oportunidad, el Mandatario dijo que la izquierda “no comprende la naturaleza humana, quiere hacer ingeniería estructural desde el Estado, y no confía en la gente”, y en definitiva acusó a ese sector político de “prometer el paraíso, pero nos va a entregar el infierno, como ha ocurrido en tantas otras partes del mundo”.
Sus declaraciones fueron condenadas por la oposición que calificó sus dichos como «impropios» de un jefe de Estado y más representativos de un «Presidente de extrema derecha que de centro derecha».
Pero a una semana de esas polémicas declaraciones, el gobernante dio vuelta la página. Durante la inauguración es el Espigón C de los trabajos de ampliación del Aeropuerto Internacional de Santiago, Piñera mostró su cara más conciliadora y pidió que “no caigamos en los cantos de sirena de la división, del conflicto, de la pelea permanente que no conduce a ninguna parte».
En un tono llamativamente opuesto al de días pasados, Piñera hizo un llamado a la unidad, señalando que «cada uno, desde su propia trinchera, con sus propios puntos de vista, comprenda que el proyecto de un Chile desarrollado es un proyecto para todos, para el Gobierno, para la oposición, para el norte, para el sur, para los hombres, para las mujeres y la mejor forma de garantizar que vamos a llegar a buen puerto es unir nuestras fuerzas”.
