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Crédito: Agencia UNO
El Presidente fue enfático en que “haber apoyado al gobierno militar no es pecado ni es delito” En otra materia, anunció una reforma constitucional para conseguir la destitución de los jefes de las ramas de las FFAA y de Orden y así evitar que se repitan episodios como lo sucedido con el ex general director de Carabineros, Hermes Soto [ACTUALIZADA]
Alineado con la tesis de que el pinochetismo representa diversidad –como lo han planteado sus ministros del equipo político de La Moneda- y contrario al proyecto que penaliza el negacionismo que impulsan diputados de la oposición se mostró el Presidente Sebastián Piñera.
En una extensa entrevista con el matinal Bienvenidos de Canal 13, el mandatario fue consultado por este revival pinochetista que vive su coalición Chile Vamos, asegurando que “haber apoyado al gobierno militar no es pecado ni es delito”.
En puntual, fue consultado por los dichos de la diputada Camila Flores, quien fue aclamada en el consejo general de su partido, Renovación Nacional, al declararse orgullosamente pinochetista. “Ella dice que es pinochetista. Digamos las cosas como son. Muchos chilenos fueron pinochetistas, de hecho en el plebiscito del año 1988, sacó un 43 por ciento, muchas de esas personas hoy son parte de Chile Vamos”, dijo el Mandatario.
Con todo, el gobernante aseguró que hay límites, señalando que “nadie que no esté comprometido con la democracia y el respeto a los derechos humanos” tiene cabida en este bloque.
Piñera también se alineó con los duros de su sector al mostrarse contrario al proyecto que castiga el negacionismo, como promueven diputados de oposición en la Cámara.
La postura del Presidente contrasta con la de su ex ministro del Interior de su primer gobierno, Rodrigo Hinzpeter, quien se ha mostrado favorable a legislar en la materia. A juicio del ex brazo derecho de Piñera, el negacionismo «erosiona la memoria, y a la larga, puede alentar la repetición de los hechos» y hay que penalizarlo porque “supone una forma de burla o menosprecio al dolor”.
Consultado si está más cerca de Hinzpeter o de la postura de Chile Vamos, Piñera fue enfático en que “defintivamente” lo representa la postura de la coalición oficialista.
“El peligro de la verdad oficial es de tal magnitud que yo le tengo resistencia a todo lo que sea castigar el pensamiento (…) El pensamiento tiene que ser libre como los pájaros”, dijo.
Y acto seguido, se preguntó si “quien relativiza, justifica, ignora o niega la existencia de violaciones a los derechos humanos, en Cuba o Corea del Norte, ¿también lo vamos a llevar preso?”.
En otra materia, el Mandatario anunció una reforma constitucional para conseguir la destitución de los jefes de las ramas de las FFAA y de orden y así evitar que se repitan episodios como lo sucedido con el ex general director de Carabineros, Hermes Soto.
El objetivo de La Moneda es terminar con el llamado “decreto fundado”, el mecanismo excepcional al que debió recurrir el Gobierno luego de la negativa de Soto de poner su cargo a disposición.
Respecto al díscolo Soto, Piñera dijo tener “una buena opinión” de él, sin embargo enfatizó que “no era la persona indicada para liderar un cambio tan profundo en Carabineros”.
En cuanto a la situación de La Araucanía, insistió en que el Comando Jungla “no existe”, y reiteró su ya habitual frase de que en la zona “queman iglesias con mujeres y niños dentro”.
La declaración de Piñera contrasta lo establecido en el proceso del denominado Caso Iglesias e incluso en la acusación del Ministerio Público, que estableció que los feligreses fueron obligados a salir del templo antes de ser incendiado.
Asimismo, el Mandatario dijo que en la zona operan “terroristas” y “hay una violencia desatada», pero señaló que «nunca ha estado militarizada la zona”. “Tener fuerzas especiales para luchar contra terroristas que no respetan a nada ni nadie, eso va a ser así porque es lo que un Presidente tiene que hacer», indicó.
