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Créditos: Agencia Uno
El jueves se realizó un seminario de salud que tenía como foco proyectar una reforma al sistema. En dicha reunión participaron autoridades y exautoridades del mundo de la salud, además de especialistas y parlamentarios vinculados a la tramitación de la crisis de las isapres. Entre los asistentes se reveló que una de las conclusiones fue que el Gobierno ha tomado una actitud elusiva frente al tema, luego de que ingresara la ley corta para darle cumplimiento al fallo de la Corte Suprema que tiene a las aseguradoras en vilo. Desde el Congreso aseguran que la reforma y la ley corta son iniciativas del Ejecutivo y es por eso que le exigen un rol más protagónico. Ahora bien, reconocen que tampoco pretenden cargar con la responsabilidad política de ser los verdugos de las isapres o sus salvadores.
“Quiero simplemente decir, al cierre, que esta Comisión de Salud no se va a rendir al inmovilismo. Vamos a hacer cumplir la promesa y el compromiso de que haya inicio de reforma de la salud en este periodo, vamos a urgir y pedir al Ejecutivo y al Gobierno que envíe iniciativas legislativas que no han llegado a esta sede y vamos a perforar y traspasar el clima de polarización de este 11 de septiembre, porque eso es lo que el país nos pide”. Con esas palabras –y de pie–, el senador y presidente de la Comisión de Salud de la Cámara Alta, Juan Luis Castro (PS), finalizó el seminario “Escenario de una reforma de salud para Chile”.
En el hemiciclo del Senado del antiguo Congreso en Santiago, el jueves pasado, se reunieron diferentes exautoridades de salud, exsuperintendentes, especialistas y parlamentarios, para discutir sobre una posible reforma de salud y cómo abrir alternativas en pos de darle solución a la crisis de la isapres. Entre las principales conclusiones que sacaron algunos asistentes, aparte del clima de diálogo, fue que la sensación de crisis es real y la situación no puede esperar, por lo tanto, una reforma al sistema de salud resulta imprescindible y, por último, falta que el Gobierno se involucre más y que tome la iniciativa.
Tanto fuentes del Ejecutivo como del Congreso aseguran que, tras el fallo de la Corte Suprema que mandata a las isapres a devolver los dineros de los cobros excesivos que se hayan hecho, las Instituciones de Salud Previsional quedaron en la cornisa y –revelan estas voces– el Gobierno no quiere cargar con la imagen de ser el verdugo de las isapres, pero tampoco quiere aparecer como su salvador. Ese escenario –aseguran fuentes del Senado– ha generado inmovilismo en el Ejecutivo y, en consecuencia, que la discusión se desarrolle en la Comisión de Salud de la Cámara Alta. Desde dicha comisión, sin embargo, sostienen que no serán ellos quienes cargarán con los costos del destino de las isapres.
Fuentes al interior del Palacio de la Moneda coinciden con el escenario. Si bien las isapres obtuvieron ganancias por $8.933 millones (las primeras cifras azules desde diciembre de 2020), sus pérdidas anteriores y la magnitud de los montos a pagar a los afiliados y a las clínicas tras los fallos de la Corte Suprema, no muestran una situación financiera saludable.
Fuentes conocedoras de las negociaciones han revelado que las isapres sí están dispuestas a pagar, siempre y cuando se les asegure la sostenibilidad del negocio de la salud. Incluso, estarían dispuestas a pactar un tránsito hacia seguros de salud, en tanto se eviten las quiebras. Ese escenario –advierten fuentes del Ejecutivo– incomoda, pues le significaría salvar a las isapres y, en caso contrario, al no acceder a esa alternativa, se pondría en riesgo todo el sistema de salud. Opción que también tiene un costo importante.
El senador Juan Luis Castro, quien preside la Comisión de Salud del Senado, dice que parte de las conclusiones del señalado seminario fueron que la crisis de la salud tiene dos dimensiones importantes: por un lado, “tiene una barrera en lo público que es la lista de espera y una barrera en lo privado que es el sobreprecio de los planes” y, por eso, como segunda conclusión, “una reforma es un imperativo en nuestro país”. Con respecto a La Moneda, advierte que “todos (los asistentes) coincidimos en que hasta el momento la conducta del Gobierno ha sido más bien elusiva, de no involucrarse en los propios compromisos de campaña que anunciaron una reforma al sistema de salud, que el propio Presidente lo ha dicho y lo escribió en su programa”.
Desde el Minsal la versión es diferente. Es más, desde la cartera sostienen que, si bien el término de la alerta sanitaria ha ocupado su atención, están enfocados en la ley corta de isapres, que tiene como objetivo implementar lo dictado por la Corte Suprema acerca de los cobros excesivos realizados por las instituciones de salud privada, de acuerdo con la tabla de factores.
Durante los próximos días, el comité técnico de la comisión entregará un informe en el cual se arrojarán los pasos a seguir respecto a este debate, el que se pretende zanjar en la comisión en septiembre y, de ahí, pasarlo a Sala. Sin embargo, el senador Castro sostiene que “nada de eso es posible si no se involucran de manera mucho más activa el Poder Ejecutivo, el Gobierno y el Ministerio de Salud”.
El Gobierno tiene que tomar definiciones claves no solamente respecto al tema de las isapres, sino que la ley también cuenta con un capítulo entero de Fonasa y una nueva modalidad de cobertura. Es por eso que Castro espera del Ejecutivo “una actitud aún mucho más intensa y presente en la obra de las definiciones últimas, porque claramente el Gobierno debe tomar posiciones y debemos actuar con la máxima sintonía para buscar una solución que impida que nadie quede desamparado en su atención de salud, para que se cumplan los fallos de la Corte, pero, al mismo tiempo, esperando que no haya colapso ni quiebre el sistema”.
Hasta ahora, habla por los senadores de la Comisión de Salud y dice que “exigimos cumplimiento del inicio de un proceso de reforma”. Es que, para el senador Castro, “nada sería útil si se desaprovecha todo un Gobierno, que ha hecho un compromiso con el país, desatendiendo la grave crisis de salud que hoy día además le imprime un sentido de urgencia”.
Una fuente al interior del Ministerio de Salud señala que “es muy posible que las isapres dejen de funcionar como pensamos y todos los números apuntan hacia lo mismo”. Además, agrega que el Gobierno ha dejado la pelota en el Congreso para que allí lleguen a alguna solución. Sobre la solución que podría dejar a las isapres con vida o en la quiebra, advierte esta fuente que nadie quiere hacerse cargo de ello, incluso los parlamentarios tampoco quieren cargar con ese peso político.
Otra fuente de la Cámara coincide con ese escenario del que nadie quiere hacerse cargo. Además, asegura que las isapres piden conmutatividad contractual para que “se les asegure el negocio”. En caso contrario, dice, las aseguradoras se pueden ir a quiebra.
La ministra de Salud, Ximena Aguilera, fue invitada al seminario, pero por temas de agenda no pudo asistir. Pero desde la cartera de Salud precisaron que enviaron un representante. Además, valoraron el esfuerzo y reconocieron como una buena iniciativa el hecho de que personajes del mundo de la salud se congreguen a discutir ideas y a encontrar alternativas. Sobre la crisis de las isapres, desde el Minsal aseguraron que están concentrados en el éxito y en la tramitación de la ley corta.
La alternativa que surgió de ese seminario, para abordar la crisis, es la reforma al sistema de salud que el Gobierno había anunciado en su campaña. Uno de los terrenos comunes en que avanzó dicho evento fue sobre la creación de un seguro único universal, lo que va en la línea de lo propuesto por La Moneda. Sin embargo, la arista respecto al fallo sobre las isapres tiene que ser más inmediata que una reforma al sistema de salud completo, puesto que dicho fallo del máximo tribunal del país tiene un plazo de cumplimiento que vence el 30 de noviembre.
