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Ser o no ser: he ahí el dilema de Demócratas ante la idea de legislar reforma previsional PAÍS Créditos: Agencia Uno.

Ser o no ser: he ahí el dilema de Demócratas ante la idea de legislar reforma previsional

Rodrigo Córdova
Por : Rodrigo Córdova Periodista en El Mostrador
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Las matemáticas para aprobar la idea de legislar la reforma de pensiones están justas, pero los votos de Demócratas son necesarios para asegurar el avance del trámite legislativo. Además, habían comprometido un acuerdo con el Ejecutivo. Hoy se verá la distancia que existe entre ellos y el Gobierno.


“Algo está podrido en Dinamarca”, es una de las más famosas frases de Hamlet, de Shakespeare. En la obra, Marcellus se la dice a Horacio cuando advierten que existe un ambiente de tensión y conflicto en el país, algo perfectamente aplicable al clima político de Chile, el que se pondrá a prueba a las 10:00 horas de hoy, cuando se comience a votar la idea de legislar la reforma previsional propuesta por el Gobierno, la que necesita un mínimo de 78 votos –si es que llegaran los 155 diputados que componen la Cámara–.

Sin embargo, pese al optimismo de hace algunos días en el Gobierno, persiste la duda sobre si se alcanzará dicho umbral, especialmente por el silencio de Demócratas, uno de los partidos bisagra del Parlamento, que cuenta con seis votos que resultan indispensables para la administración del Presidente Gabriel Boric, quien se encuentra de vacaciones en Puyehue, cerca de Osorno.

Hay que recordar que el lunes de la semana pasada los ministros del Trabajo, de Hacienda y de la Segpres –Jeannette Jara, Mario Marcel y Álvaro Elizalde, respectivamente– anunciaron, junto a diputados de la DC, PDG, Demócratas e independientes, que habían llegado a un acuerdo para votar a favor de la idea de legislar, sobre la base del “3 + 3” propuesto por la DC, es decir, que la mitad del aumento de las cotizaciones vaya a cuentas individuales y la otra mitad a solidaridad.

Sin embargo, este acuerdo comenzó a diluirse después que en el PDG se declararan en estado “de reflexión”, porque no se les otorgó lo que pedían (un autopréstamo de 150 UF) . Pese a ello, ayer en la tarde dicho partido, junto con Amarillos, anunciaron que votarían a favor de la idea de legislar, pues en caso de que eso no ocurra el Gobierno debe esperar un año para presentar nuevamente el mismo proyecto.

Ante ello, el diputado Rubén Oyarzo (PDG) dijo que “nosotros vamos a insistir en aumentar el monto tope del autopréstamo, porque creemos que son insuficientes 30 UF. Pero, además, también creemos que se debe discutir esta reforma como corresponde, en forma seria, y es por eso que vamos a votar a favor de la idea de legislar”.

Amarillos, por su parte, mediante un comunicado, aclaró que “votará favorablemente la idea de legislar sobre el tema, pero impulsará modificaciones al proyecto del Gobierno”. Entre esos ajustes, por ejemplo, se alinea con la derecha, pues propone “destinar la totalidad del 6% de cotizaciones adicionales a cargo de empleadores, a fondos individuales de los trabajadores”. 

Sin embargo, con estos votos la meta tambalea. La suma de diputados oficialistas es de 73 y con los ya mencionados se puede llegar a 78, pero la apuesta corre demasiado riesgo. Esto, a menos que se aseguren los seis votos de un partido que no es particularmente cercano al Gobierno: Demócratas.

La colectividad, liderada por la senadora Ximena Rincón (ex-DC), tiene la llave para darle el paso al flujo legislativo de la reforma de pensiones y, con ello, puede salvar o condenar al Gobierno a una nueva derrota en el Congreso. Por eso más de alguien ayer se acordó del viejo dilema hamletiano respecto a ser o no ser y que, aplicado a Demócratas, consistiría en que votar a favor de legislar podría ser interpretado como una alineación con la izquierda más dura, representada por el Frente Amplio y el Partido Comunista, mientras que hacerlo en contra implicaría quedarse en la vereda de las derechas, la que incluye a Republicanos. Votar con la derecha, además, implica un costo adicional para el naciente partido, dado el vínculo que tuvo Ximena Rincón con las AFP, pues –como siempre se lo recuerdan– fue directora de AFP Provida durante cinco años, entre 2006 y 2010, por lo cual un voto de Demócratas en contra de una idea que perjudica a dicha industria será, sí o sí, interpretado como una expresión de ese viejo conflicto de intereses.

Por cierto, Demócratas ha participado en la mesa técnica de la reforma de pensiones desde agosto, mes en que presentó su propuesta. El gesto del lunes 15 de enero, de ir a La Moneda a anunciar un acuerdo, pretendía comunicar que “nosotros queremos sacar una reforma de pensiones y queremos efectivamente destrabar esto”, afirmó la diputada Joanna Pérez, integrante de la bancada. 

La propuesta original de Demócratas era repartir un 4,2% a cotización individual y un 1,8% a un seguro de longevidad, pero la ministra Jara, señala Pérez, “se comprometió a sacar una cooperativa de pensiones, que es una propuesta de esta diputada que viene del año 2019 y que el Gobierno nos estaba concediendo, y la ministra se comprometió a trabajar el seguro de longevidad en el Senado”. 

En esas condiciones, la colectividad cedió a la fórmula del 3 + 3 de cotización que se vota hoy en la Cámara. Sin embargo, el anuncio del proyecto trae una fórmula “mañosa”, sostiene la diputada Pérez, de plantear el seguro de longevidad “con letras chicas”, puntualiza, indicando que en función de la propuesta de ellos esperaban bajar las tablas de mortalidad de 110 a 85 años, explicando que “con solidaridad pagábamos ese monto de pensiones futuras de alguien que viva más de 85 años. Y el Gobierno entonces dice ‘no, este seguro va a ser para quien pueda y quiera optar’, y crea una tercera forma de pensionarse”. 

Eso, alega Pérez, “en el curso de cuatro días”. Después, asevera, la ministra se había comprometido a incluir la cooperativa de pensiones como un nuevo actor solidario, sin embargo, la legisladora afirma que “lo metió como sociedad anónima, es decir, reproduce lo que significa la AFP”.

En ese contexto, la ministra Jara se reunió a almorzar ayer con la bancada de diputados de Demócratas para negociar, nuevamente, el respaldo para la reforma de pensiones que se vota hoy. Minutos más tarde, llegó el ministro de Hacienda, Mario Marcel, para apoyar la negociación también.

Conocedores de esa reunión advierten que el Gobierno está a la espera de una nueva propuesta sobre las tablas de mortalidad por parte de Demócratas, pues actualmente no es algo universal. En caso de que estas tablas se rebajen, podrían subirse las pensiones, afirman asistentes al encuentro.  

El diputado Eric Aedo (DC), por su parte, ve con optimismo la votación y señala que “más allá de las vicisitudes, de las tensiones, de los enojos de algunos, creo que va a prevalecer en una parte importante de esta Cámara de Diputados el sentido común, la reflexión y el bien común de mejorar las pensiones, no solo de los futuros pensionados, sino también de los actuales y de quienes se jubilarán en el corto plazo”. 

Para el jefe de bancada DC, “sería muy difícil explicarle a la población, por parte de quienes rechazan la idea de legislar, por qué nuevamente entraban una discusión que lleva más de una década planteándose acá en este Parlamento”. 

¿Fantasma de Piñera?

Durante la sesión en Sala de ayer hubo diputados de oposición que acusaron al Gobierno de querer adueñarse de los fondos de los pensionados y en bloque se cuadraron con votar en contra de la idea de legislar. Incluso, los diputados de Renovación Nacional se reunieron a almorzar con su presidente, Rodrigo Galilea, para ratificar su voto en contra, a pesar de que el expresidente de la colectividad, Francisco Chahuán, indicó que “sacar adelante el mejoramiento de las pensiones para el pilar contributivo es una cuestión de responsabilidad y ética, razón por la cual hay que votar favorablemente la idea de legislar”.

Por cierto, ante un eventual fracaso del Ejecutivo, podría revivir el anterior proyecto de pensiones del ex Presidente Sebastián Piñera, que también cuenta con una repartición de 3 + 3 de la cotización adicional. 

Sin embargo, desde la misma oposición advirtieron que, si se diera ese caso, “el 3% que se aprobó en el momento para este fondo solidario hoy día debería ser menor, porque existe un aumento importante de la PGU y habría que revaluar ese monto”, señaló el jefe de bancada RN, Frank Sauerbaum, quien agregó que ese proyecto “tiene elementos importantes, como el aumento de la competencia en la industria, la disminución de comisiones y otros elementos que quedaron estancados en el Senado”.

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