NUEVA CONSTITUCIÓN
Junto con repasar el caso del convencional Rojas Vade y denunciar una campaña de desinformación en contra del órgano redactor, la presidenta de la Convención Constitucional fue enfática en señalar que «estamos contra el tiempo» y sostuvo que «el tiempo es breve para un proceso inédito en la historia del país». Por lo pronto, «seguimos trabajando contra los plazos para alcanzar en los tiempos que nos fueron encomendados”, indicó, recalcando que una eventual extensión del plazo «depende del Congreso».
El 4 de julio es el plazo fijado para que la Convención Constitucional entregue el texto final de la nueva Carta Magna, el que luego será sometido en septiembre al plebiscito de salida. Las votaciones en las distintas comisiones han sido extensas y extenuantes para los convencionales e incluso algunos han considerado que el trabajo de la instancia podría llevar más tiempo del estipulado.
La actual presidenta del órgano redactor de la Nueva Constitución, María Elisa Quinteros, reconoció que están contra el tiempo y que disponen de plazos muy breves. El ambiente, dijo, «es diverso y hay posiciones de personas que dicen que necesitamos solicitar la extensión al Congreso. Y hay otros que no. Hay que evaluarlo en conjunto en la mesa, porque tiene también sus costos comunicacionales».
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“Estamos contra el tiempo, el tiempo es breve para un proceso inédito en la historia del país. (…) Por lo pronto, seguimos trabajando contra los plazos para alcanzar en los tiempos que nos fueron encomendados”, indicó Quinteros, en conversación con Canal 13, recalcando que este trámite «depende del Congreso».
Y es que para pedir una extensión del tiempo se requiere «una reforma constitucional y eso no depende de la Convención, sino que tenemos que pedir al Congreso en el caso que así lo decidamos», reiteró.
De todas formas apuntó a que la extensión del plazo «es algo que tenemos que decidir en la mesa, tenemos que conversar las posibilidades reales y acorde a la decisión que tomemos, seguir el curso. Si hay que hacer las gestiones y el pleno así lo decide lo haremos, y si no seguiremos trabajando», sentenció la presidenta de la Convención Constitucional.
Quinteros también apuntó a que hay una campaña de desinformación en redes sociales, sobre el trabajo que se realiza en la Convención que preside. «Uno puede hacer un barrido de redes sociales y se puede dar cuenta que hay cierta intencionalidad de mostrar como un cambio, algo que recién se está discutiendo, o fuera un hecho con una conversación preliminar», dijo.
Por ejemplo, la reaparición del convencional Rodrigo Rojas Vade es una situación, a su juicio, «lamentable que juega con la imagen de la Convención». «Ya lo habíamos pasado mal el año pasado, que otra buena vez vuelva esta persona y se cuestione la credibilidad de la convención es muy duro», señaló al medio televisivo.
“Lo bueno es que había consenso completo de que no debía regresar y afortunadamente no lo hizo», añadió.
Respecto a las implicancias de la salida del convencional Rojas Vade en el trabajo del órgano, Quinteros argumentó que «hemos trabajado los 154, así que su ausencia no hace mucho la diferencia. Hay un tema de legitimidad democrática importante de ¿quién llena ese espacio de los electores de este convencional?».
