El fútbol chileno no tiene estructuras sólidas y contundentes, que le permitan establecer planes de desarrollo y crecimiento, más allá de algún resultado negativo. Es sumamente preocupante, pero pareciera que a la ANFP y Consejo de Presidentes todo esto les importa muy poco. Nada se sustenta. No hay planes de largo aliento y las personas idóneas en los cargos. Todo se ve muy amateur. Así difícilmente podremos tener la esperanza de avanzar. Primero hay que asumir el sitial, luego ponerse a trabajar dejando los intereses pequeños de lado y tener una visión macro de cómo recuperar la actividad.